Interesante la noticia que encontramos en ABC.es; según los últimos estudios, el Homo Erectus, además de ser el primer homínido en poner los pies fuera del continente africano, fue el primero con dotes culinarias...
El procesamiento de los alimentos se originó después de la separación de humanos y chimpancés.
Para el ser humano, cocinar los alimentos resulta una práctica fundamental. Nuestros ancestros que por primera vez procesaron la comida lograron con ello ventajas fundamentales para su supervivencia y el mantenimiento de la salud. Pero, ¿cuál fue el primero de los cocineros? Una nueva investigación de la Universidad de Harvard, publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, sugiere que los homínidos extintos de la especie Homo erectus, que se desarrolló hace unos 1,9 millones de años, pueden ponerse la medalla. Al parecer, ya cocinaban y procesaban sus alimentos.
Los investigadores, dirigidos por Chris Organ, creen que los seres humanos pasaríamos el 48% del día comiendo si fuéramos primates ordinarios, cuando el porcentaje real que dedicamos a alimentarnos diariamente es más o menos el 5%. En un análisis comparativo de primates no humanos, humanos modernos y 14 homínidos extintos, el equipo analizó el tamaño molar, la masa corporal, el ADN y otras características para determinar cuando comenzón el patrón de reducción de los tiempos dedicados a comer.
Expansión del Homo Erectus. |
Los investigadores, dirigidos por Chris Organ, creen que los seres humanos pasaríamos el 48% del día comiendo si fuéramos primates ordinarios, cuando el porcentaje real que dedicamos a alimentarnos diariamente es más o menos el 5%. En un análisis comparativo de primates no humanos, humanos modernos y 14 homínidos extintos, el equipo analizó el tamaño molar, la masa corporal, el ADN y otras características para determinar cuando comenzón el patrón de reducción de los tiempos dedicados a comer.
Molares más pequeños
De esta forma, encontraron que el Homo erectus, los neandertales y el Homo sapiens desarrollaron molares más pequeños en comparación con otros primates -un cambio no explicable por la evolución general del maxilar y la cabeza de estas especies-. Lo que ocurrió es que la práctica de procesar alimentos con herramientas o con el fuego suavizó los comestibles y, por lo tanto, permitió el desarrollo de molares más pequeños. Con ello se redujo el tiempo destinado a comer.
La investigación sugiere que el procesamiento de alimentos se originó después de la separación entre humanos y chimpancés, y antes del Homo erectus. La teoría encuentra sentido a los pequeños dientes, las mandíbulas y las tripas de los humanos modernos, y la importancia universal que la cocina ha jugado en las culturas a lo largo de la historia.
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