Al borde del ridículo internacional.

Hoy se cumplen 30 años del frustado golpe de estado llevado a cabo por el Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero. En nuestra memoria quedan esas imágenes del asalto al Congreso de los Diputados, cuando se votaba la investidura a la Presidencia del Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo. El descontento del Ejército con respecto al nuevo régimen, la crisis económica y, sobre todo, la fase más cruenta en la historia de ETA, se toman como factores que explican esta crisis. Pero la poca decisión de los militares y los arrestos y valentía de un joven Juan Carlos I, que supo ganarse la fidelidad de los altos mandos militares, dieron al traste con el intento. Para la posteridad han quedado aquellos gritos de "¡Quieto todo el mundo¡", "¡todo el mundo al suelo¡", unos hechos que han marcado la historia de España. Afortunadamente, se produjo el triunfo de la DEMOCRACIA.